jueves, 19 de septiembre de 2013

Soy tan chiquita
en toda esta soledad.

No veo luz.
No veo amor.
No veo fuerza
ni apertura.

Soy tan chiquita...
no veo la puerta
que me trajo hasta aquí.

No veo mis pies
Ni mis manos.

Soy tan chiquita
en toda esta oscuridad.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Quiero romper
el chaleco de fuerza
 de mi alma

estoy viva
estoy entera
tengo mucho dentro

pero lo que en verdad llevo
lo que anhelo multiplicar en mí
es el tiempo.

Ya no será condena
ya no será un apremio
el tiempo se hace mi aliado
es mi amante
y mi cielo.

Ya no corro en su contra,
ni me persigue,
me muevo cadenciosa
 junto a él.

El tiempo es mi respuesta
es el sol de cada mañana
en mis muslos;
Es mi diadema.

El tiempo será mi pan
y será mi piel.
Será, en la última página
el final de la sentencia.


sábado, 14 de septiembre de 2013

En la curva de tu sonrisa
más profunda
me abrazaste.

Tenías la mirada más cargada de todas
llena de universos que se enlazaban
de historias y músicas antiguas.

Bailabas distraída
del mundo y sus miserias
Sólo seguías tu cuerpo.

Y allí, en ese movimiento
iluminabas todo lo hermoso
que existe.

No me acuerdo cómo era la vida
antes de tu sonrisa
cuál era la felicidad, o la tristeza.

Sólo sé que necesito
que ella prosiga
y  haga estallar todo
hasta que me muera.

Porque quizá no haya amor más grande
O esperanza más fuerte
que la que sostenés entre tus manos.

Y no habrá jamás
agradecimiento que alcance.
Sólo batallar bailando
disfrutar hasta sangrar
y reír...
con vos.



viernes, 13 de septiembre de 2013

Si no es el olor del tabaco
o tu manera de hablar,
es la forma en la que tu cuerpo
se abre
y en la que todo se detiene
cuando sonreís.

El punto es que
siempre te estoy extrañando.

Acá y allá y en todos los mundos
que dibujás con tus palabras,
con tus colores.

Es la extraña razón por la cual
todo encaja.
Y vale la pena mil veces más
soñar, bailar, llorar,
si es tu brillo el que salta allí
 furiosamente.

(A veces raspás mis rodillas y se llenan de sangre
pero sangre solo tiene aquello que está vivo,
y lo decís mordiéndote los labios
hasta deshacerlos)

El punto es que te llevo conmigo
en la piel y en el camino.
Te siento en cada centímetro
de tiempo y de destino.

Pero algo llevás del mar
esa inmensa sábana
intrigante y eterna
que me invita a nadar.




La palabra espera.
Su magia encapsulada titila desde las farolas del parque.

Aguarda.
Se oculta en el vuelo de una falda.
En un vaso de plástico con olor a café amargo.
En los stíckers de las paradas de colectivo.

La palabra sabe cuándo.
Siempre conoce el momento justo
para romper tu ropa y agujerearte entero.

Y así como ella mantiene el ritual
de tiempo y paciencia
de instante congelado,

Así nosotros.
Así vos, esperando la gota de claridad.
Así él, esperando la nube y la marea.
Así ella, que fuma en silencio.

Así yo, espero.

(Dios le propone espera
a la que muere en ansiedad)

También seré relato.