viernes, 18 de septiembre de 2015

Enlace

Volver a la ceniza.
Regar con sudor las puertas de madera.
Pudrirlas.
Quemar el campo, quemar la huerta.
Matar la muerte
y volver, desde la ceniza y el sudor
al vivo verde y violeta
de la ensoñación
de la propia mano creadora.
Y que nada importe,
porque ya no importa todo lo que
alguna vez quemó,
pues he vuelto a la ceniza,
en mi círculo infinito.
Soy la muerte muriendo
renacida otra vez.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Los días pasan en esta liviandad tan ajena, distraída.
Me miro los dedos y son dedos de otro, pero no de otra
yo los miro enrojecerse mientras siento mi cuerpo cerrarse y secarse.

Camino, lloro,
 las calles son ríos en donde rezo nombres y lugares
donde me pregunto por mis exilios
por mis huidas, por mis marcas.

Busco tus brazos pero hay violencia y soledad
hay preguntas y cristales que se parten
rutinas y cansancio, ganas de otra cosa
de algo vivo, de algo.

No espero, ya ni siquiera estoy en eso
en mantener esperanzas, en futuros cambios
qué se yo.

¿Qué es estar? ¿Qué hay que ser en este mundo?
¿Dónde están los sueños por los que tejía
días y noches de estrategias e imaginaciones?

Hay una taza vacía
que tiene la forma de mi alma
yo la beso, la observo
intento llenarla
de té, de café, de agua

pero no hay nada
sólo la blancura
distante y fría
de un objeto más.