lunes, 31 de octubre de 2016

ni un segundo

Es así
Estoy estallada, sola, prendida fuego
Muerta de hambre en el desierto
No quiero nada de tanto querer tanto y lo poco que pedía perdió sentido en el incendio
De repente todo es difícil
Comer, caminar, hablar, tocarse, amar
Amar amar amar
Y la piel se me contrae
Y los ojos se me oscurecen
Y hay un grito ronco naciendo desde la boca del estómago
Lleno de viento y de sangre
Pero no sé qué quiero gritar

Entonces no grito.
Me duelen las tetas
Bailo enloquecida contra todos los monstruos de la noche
Como no alcanza me hundo en la noche, me sumerjo, tomo su forma. Busco soñarla. Nada.
Una piba muy linda y muy lejana me aconsejó anotar los sueños y sobre todo
bancarse no entender un carajo.
Yo tengo ganas de invitarla a dormir pero me quedé sin lengua para lamerla y desde entonces
todo tiene gusto a que me falta un pedazo.

-Disculpame la redundancia y la lejanía y el corazón gélido lleno de matorrales que gritan y se agitan y el nudo de agua en la garganta y el no ser más que un adentro desde que te caíste en mí-

A veces no sé contra qué peleo cuando termino sola llorando lágrimas más saladas que el gusto que me falta cuando me toca alguien que no sos vos

A veces no me banco la espesura de este yeite
Y no te soporto
y menos a ella (ni chance)
mucho menos a el, que es más insistente que la mierda y me busca hasta que me saca las tripas.
Pero al pedo porque las tripas ya rugen por vos
ya estoy al horno ya me tiré al agua ya casi que me ahogo y es "matarse y quererse matar / matarse y quererse" como canta Sara He.

A veces no sé que me pasa cuando pienso que hasta ayer era una piba estructuralmente simple bastante barroca -sí- pero todo legal todo llanura no había tanto mambo

Y hoy soy un nido de plumas azules
Mil serpientes que se tocan
Una puerta pesada de madera podrida
El umbral del abismo
Una pregunta en otro idioma
La efervescencia de la ira
Las dagas de dos ojos lastimados
Un estanque más profundo que el sueño
Unas ganas contenidas de,
de...

¿A qué voy con todo esto?
Todas queremos que sea más facil
Todas queremos que duela menos
Que sea más limpio, más claro
Que tenga mejor tiempo
Que no nos arroje contra las piedras una oleada enorme de
Vos.
Pero qué vamos a hacerle.
Somos el huracán.
Nos desangramos
Nos arde el cuero y chillamos de dolor
Nos quema, siempre nos quema
Y siempre es un fuego que está del otro lado del frasco.

miércoles, 12 de octubre de 2016

anecdotario romano parte i



La estoy idealizando

La hoja que cae
no es la mirada de una mujer
que me sonríe
ni su boca tenue, abierta
que se me derrama.
Es la hoja que cae.
Es la
hoja
que
cae.