La habitación parece inmensa cuando no hay nada que ver.
Pero
la lleno con palabras
y la hago pantalla de lo que quiero
es ahora mi pizarra imaginaria
mi hoja borrador de garganta
la luz de la ventana es como un ánima inflando la claridad
y los colchones de historias son como abrazos:
es una casa
un descampado lleno de dientes de león y yuyos
el cordón de una vereda
lo alto de una antena
es un ala y un yunque
las muñecas de un policía
el picaporte de una puerta que conduce a cierto pasillo frío
el croar de una rana
sólo tengo frases
salen siendo sonidos
como diatribas y caricias
cantos llenos de humo azul
y quiebres de cadera.
Metálico reflejo y
aguamarina totalidad
de mí.
Sólo tengo lo que me pusieron a prueba
lo que dudaron
lo que castigaron y ensalzaron
lo que ignoraron
es como una poderosa peste, como un minuto eterno de tortura
como la música que hacen las cosas que se elevan.
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