jueves, 24 de diciembre de 2015

la patria es la piel ensoñada

hace cuatro días que no dormimos // tenemos el cuerpo electrificado // miramos por sobre el hombro en cada esquina // las partículas de luz nos hablan // la televisión es cada vez más repulsiva //  las plazas tienen cada vez más vida // lejos de acá muchxs siguen muriendo // en mudas estocadas // y  los poderosos del mundo se disputan la muerte total.

 del otro lado del binocular estamos nosotrxs // en la parte chiquita // durmiendo del mismo lado de la cama // asqueadxs de los diarios que nos mienten // contando sueños y lunares // amándonos sin comprendernos // sufriendo // gimiendo // comprando pan dulce de navidad // recordando a alguien // puteando al colectivo // contando días para que se termine el laburo // preguntándonos por el color de la vida // por la posibilidad de una poesía viva // con la pasión extraordinaria que se agolpa bajo nuestra garganta // y que explota por fin //como un globo y una mentira.

 ¿cuándo? // parece que quieren que nos matemos entre nosotrxs // que nos arranquemos la piel con los dientes // que nos comamos de odio // pero las estrellas se ponen espesas y la densidad de la luna // abre cierres y baja breteles // y se mezcla el sexo y la sangre y la mierda // con el mágico misterio del existir // de la insurrecta voluntad humana // por devolverle a todo eso // tan cristianamente reprimido // tan conservadoramente manoseado // el carácter divino que le corresponde.

del otro lado del binocular estamos deseando a la vecina // estamos soñando con besos bajo sábanas más blancas que nuestras lágrimas // estamos peleando // nos comemos cada vez menos el verso que nos inyectan  // aunque lo chupamos con ganas // parece mentira que estemos así // tan efervescentes y perdidxs // tan a la buena de un dios mercado que nos marca la tendencia // tan arrojadxs al miedo // a la soledad // pero tan resueltxs a romper el círculo vicioso // a despojarnos // y ascender // a la libertad más deliciosa.

estamos en la antesala a algo // nos lo olemos // nos tiene igual de atentxs y atolondradxs // nos magnifica como un altavoz // saca todo para afuera // se destapan las ollas olvidadas // nos quema el agua hirviendo de lo irresoluto // del error conocido que venimos a reformar // ya no más // porque el lujo de una próxima vez // es otro precio que se infló hasta el infierno.

es tiempo de ir por todo // sin tapujos // hacerle frente por todos los frentes // a los monstruos de la desmemoria // del olvido organizado // de lo malaprendido y malenseñado // de la absurda vergüenza y la falta de confianza // no queda alternativa.

la patria es la piel ensoñada // es el cuerpo florecido en lucha // es la firmeza del árbol // la tardecita ligera // la sonrisa escondida en lo profundo de la tierra // no nos pueden arrebatar lo que decimos // la historia canta // no nos pueden quitar lo que bailamos // no nos pueden negociar la sangre porque ésta pertenece al cielo // a nuestras manos ajadas // a la montaña que abraza // a nuestros ojos que se buscan // a la calidez del viento en enero // a la majestuosa gloria de los sueños simples.

pan tierra y trabajo // y la magia de cada día.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Rutina

Las cosas siguen pasando
y una sigue haciendo
lo que le parece en cada momento
el fantasma de la duda se asoma
y una barre y estudia y come
y se viste y se toca y no mira
duda y empuja
duda pero empuja
un día sonríe y baila
otro día canta y llora
después goza y no duele
no importa, todo existe.

Otro día es muda, es pared
es abrojo
pegada a otros
pegada al recuerdo.
Al siguiente estalla
pero tiene miedo
después ya sabe
que se enroscó,
que no es cierto.
Un día se despierta
habla con los pájaros
mira a otra mujer
que le sonríe desde una foto
y se va
se pierde
se nace
de nuevo.

Pero una suena
lo sabe
hay una melodía que le nace
desde algún rincón del cuerpo
lo que no descifra
es como decirse a sí misma
que eso que late ahí
no es más que ella
cantando.

Y se lanza
lo grita, lo sacude
después se arrepiente
después se enoja
por retroceder
pero jamás.
Y ahí anda
y se levanta,
se desnuda, se desdice
se mata de risa porque
no importa, todo existe.

Abraza a los perros
duerme con los gatos
se pincha un dedo
y sangra
y otro día se despierta
y se descubre
en los ojos
una planta de luna
creciente
y se va
se pierde
se nace
de nuevo.