viernes, 26 de junio de 2015

Sal

Qué se puede hacer con tanta tristeza.

En esta noche larga,
sin refugios,
mientras el agua salada me invade,
pregunto:
qué se puede hacer.

Yo miro los ojos de los que amo
los amo con un amor cada vez más profundo
oceánico
y los veo inundarse
de agua salada
de llanto, de mar.

Los veo luchar contra las corrientes del miedo
de la desesperanza
de la indenfesión
y lloro:
alzo los ojos al cielo y me pregunto
qué se puede hacer, dios
con tanta tristeza.

Acaricio sus cuerpos magullados
golpeados contra las rocas
contra las dudas
veo mi sangre en sus heridas
y me pregunto
qué se puede hacer.

Yo conozco sus pieles
sus sueños
sus sonrisas
cálidas como un sol
que nunca se esconde

Yo los he visto brillar
con una luz rabiosa
que compite con miles de luciérnagas
en una noche clara
pero qué se puede hacer

Golpeo las paredes
aullando herida
y pregunto todos los por qués
de una vez
rasguñando el piso

Clamo por la visión
de la calma
por unos minutos de paz
genuina paz, sin trampas
para nuestras almas.

Todo lo que tengo es este amor
y el agua salada
entrando por la puerta
ahogándonos,
congelándonos.

qué se puede hacer con tanta tristeza.



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