viernes, 19 de julio de 2019

Lo que mata es la humedad


Ayer olí muchos perfumes
por la calle
Mientras lloviznaba

Me sorprende cada vez
la agilidad que tienen
con la mente viajan

De pronto es tan nítido
ese pasillo con baldosas pintadas
las sábanas colgadas

Nosotres bailando un verano
pegajoso y melancólico
como si fuéramos la única película

Como si repentinamente
la canción que pusimos de fondo
fuese lo único que se escucha en el planeta

Qué soberbia
Pero doy cinco pasos más y paf
un nuevo aroma arremete

y ya estoy sentada en un colectivo
dibujando palabras en la ventanilla
con olor a tilo en el cuello

vos estás mirando al cielo
diciendo sin querer que no estás listo
y yo comprendo sin saber

La ingenuidad de nuestros movimientos
qué significaría estar listo
con un instructivo del caos

Pero ahora se instala otro perfume
y ya no recuerdo nada
pero imagino

tus tics nerviosos con el pelo
el gesto preocupado que te nace
cuando estás leyendo

o capaz tu método para ordenar la ropa
o el miedo que te da quedarte sola
a la noche en tu departamento

Entonces volví a mi cuerpo
el semáforo se puso verde
y recordé que sigo yendo

Sola a algún lugar,
para llegar en algún momento
y todo este submundo recortado

Fueron unas veinte cuadras
una ficción espontánea
unos breves momentos.

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